Habilidades sociales
La facilidad de comunicación con el entorno es básico
Asertividad
Trabajando técnicas conseguiremos nuestros objetivos
Nuestra mayor limitación somos nosotros mismos
Habilidad de hablar en público
En “doce hombres sin piedad” comprobamos como una persona asertiva (Henry Fonda) puede llegar a hacer ver a todo un grupo que está en un error
Las Habilidades Sociales (HH.SS.) son básicas en el comportamiento diario en nuestra sociedad. Por desgracia solo se recurre a la petición de entrenamiento cuando hay un problema grave en la pareja o grave en el trabajo, aunque todos deberíamos tener un entrenamiento básico y debería fomentarse en las escuelas como parte de la formación de nuestros niños.
Desde la más sencillas: La escucha activa (y no meramente “oir”), saber iniciar y mantener una conversación, formular una pregunta correctamente, dar las gracias, pedir ayuda, participar en una actividad conjunta, pedir disculpas, saber seguir instrucciones, la empatía… hasta las más complejas: resolución de conflictos, aprender a hablar en público… todas ellas tremendamente necesarias para nuestra vida cotidiana.
Una persona sin las HH.SS. necesarias se dará cuenta que se queda en una fiesta al margen, que no sabe participar en una puesta en común respetando la opinión y los silencios de los demás, que no sabe expresar su malestar sin agresividad cuando alguien se le cuela por delante en la cola del supermercado… o incluso le costará reclamar un libro que a un amigo o conocido tras tres meses aunque se le fue prestado por una semana. El psicólogo, con muchas técnicas, role-playing en situaciones de puesta en escena con un objetivo de autocontrol, practicando la empatía (ponerse en lugar del otro), con un seguimiento en las áreas más deficitarias en la persona… conseguirá obtener los resultados tan ansiados.
La asertividad como la habilidad básica en las relaciones sociales es aquella habilidad personal que nos permite expresar nuestras emociones de forma adecuada frente a otra persona, haciéndolo sin hostilidad ni agresividad. Una persona asertiva sabe expresar directa y adecuadamente sus opniones y sentimientos (tanto positivos como negativos) en cualquier situación social. Es saber pedir algo y aceptar el SI, y también aceptar el NO, es saber decir NO cuando crees que debes decirlo sin presión, es saber defender tus derechos sin levantar la voz y sin menospreciar los del otro.
La persona asertiva sería la equilibrada entre los otros dos modelos de personas sin HH.SS.: la agresiva y la pasiva. La persona agresiva forzaría situaciones, presionaría, chantajearía y haría sentir culpable a la otra persona si no le diera la razón, le prestara o diera lo que le pide o no aceptara su petición, en cambio, la persona pasiva no sabría decir NO a la agresiva de forma que sería una persona condicionada a la agresiva, dependiente, insegura y con dudas constantes entre lo que le gustaría decir y lo que finalmente dice.
La resolución de conflictos es una de las HH.SS. que más se demandan en empresas porque, aunque es necesaria en la vida personal y familiar de igual manera, es en las empresas donde más surge la necesidad de mediar, negociar, solventar problemáticas y obtener resultados. Las técnicas de hablar en público también es un habilidad requerida en empresas: oratorio, volumen, timbre, mirada, postura, persuasión… aunque de igual manera es importante a nivel familiar y social saberse expresar de la forma adecuada, además de con asertividad, con la locutoria y seguridad para ser escuchado.